lunes, 31 de mayo de 2010

Biografía ilustrada

Bibliografia

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Enlaces multimedia

"La aurora de Nueva York"



"Mariposa"



"Romance de la pena negra"




"Canción del Jinete"




http://www.poesi.as/reci3037.htm

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Características y etapas

CARACTERÍSTICAS

Las obras de Lorca: la poesía, el drama, la prosa se alimentan de obsesiones y claves estilísticas constantes. La cuestión central es la frustración.

Su estilo: Lorca utiliza frecuentemente símbolos en su poesía. Se refieren muy frecuentemente a la muerte aunque dependiendo del contexto los matices varían bastante, puede simbolizar el erotismo, la fecundidad, la esterilidad o la belleza. Otros símbolos centrales en Lorca son:


1. La luna.
2. El agua: generalmente, tiene un significado negativo, de muerte.
3. La sangre: es vida; por ello, la sangre derramada es la muerte. Simboliza también lo fecundo, lo sexual.
4. El caballo (y su jinete): está muy presente en toda su obra portando siempre valores de muerte.
5. Las hierbas: su valor dominantes, aunque no único, es el de ser símbolos de la muerte.
6. Los metales: también su valor dominante es la muerte. Los metales aparecen bajo la forma de diversos objetos: puñales, cuchillos, navajas..., con lo que esa muerte se liga a la violencia y a la sangre.

La metáfora de Garcia Lorca:Bajo la influencia de Góngora, Lorca maneja metáforas muy arriesgadas: la distancia entre el término real y el imaginario es considerable. En ocasiones, usa directamente la metáfora pura. Sin embargo, a diferencia de Góngora, Lorca es un poeta conceptista, en el sentido que su poesía se caracteriza por una gran condensación expresiva y de contenidos, además de frecuentes elipsis.

El neopopularismo:Su obra está plagada de elementos tradicionales, que demuestran su inmensa cultura literaria. La música y los cantos tradicionales son presencias constantes en su poesía. Profundiza en las constantes del espíritu tradicional de su tierra y de la gente: el desgarro amoroso, la valentía, la melancolía, la pasión...Tales características se muestran en obras como :

  • Impresiones y paisajes (1918)
  • Libro de poemas (1921)
  • Oda a Salvador Dalí (1926)
  • Romancero gitano (1928)
  • Poeta en Nueva York (1930)
  • Poema del cante jondo (1931)
  • Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1935)
  • Diván del Tamarit (1936)
  • Sonetos del amor oscuro (1936)

El teatro de Federico García Lorca

Es un teatro poético, que gira en torno a símbolos medulares:la sangre, el cuchillo o la rosa. Se desarrolla en espacios míticos o de un realismo trascendido, y encara problemas sustanciales del existir.

En Lorca influyen el drama modernista (de aquí deriva el uso del verso), el teatro lopesco (el empleo estratégico de la canción popular), el calderoniano (desmesura trágica, sentido de la alegoría) y la tradición de los títeres. La producción dramática de Lorca puede ser agrupada en cuatro conjuntos: farsas, comedias «irrepresentables» (según el autor), tragedias y dramas.

Entre las farsas, escritas entre 1921 y 1928, destacan La zapatera prodigiosa, en la que el ambiente andaluz sirve de soporte al conflicto, cervantino, entre imaginación y realidad, y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín, complejo ritual de iniciación al amor, que anuncia los dramas «irrepresentables» de 1930 y 1931: El público y Así que pasen cinco años, sus dos obras más herméticas, son una indagación en el hecho del teatro, la revolución y la presunta homosexualidad, la primera es una exploración, la segunda en la persona humana y en el sentido del vivir.

Consciente del éxito de los dramas rurales poéticos, Lorca elabora las tragedias Bodas de sangre (1933) y Yerma (1934), conjugación de mito, poesía y sustancia real.

Los problemas sociales determinan los dramas.El tema de la solterona española, se representa en "Doña Rosita la soltera, 1935", o la represión de la mujer y la intolerancia reflejada en La casa de Bernarda Alba, para muchos, la obra maestra del autor.

Otras obras que abarcan problemas sociales son:

  • Mariana Pineda (1927)
  • La zapatera prodigiosa (1930)
  • Retablillo de Don Cristóbal
  • El público (1930)
  • Así que pasen cinco años (1930)
  • Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín (1933)
  • Bodas de sangre (1933)
  • Yerma (1934)
  • El lenguaje de las flores
  • Comedia sin título (inacabada) (1936)


ETAPAS

Su obra se separa en dos etapas, una neopopularista y otra en que se acerca al surrealismo.

De la primera etapa destacan:

  • Poema del cante jondo, que se inscribe dentro de la línea neopopularista de la G. 27 y utiliza varios poemas cortos que pueden leerse como poemas independientes o como fragmentos de uno largo encadenados. Se utiliza el pie quebrado.
  • Romancero gitano, en la misma línea neopopularista, está compuesto por 18 romances. El protagonista es el gitano que simboliza el hombre puro e inocente, enemistado con las leyes y normas sociales, representadas por la Guardia Civil (su antagonista).

De la segunda destacan:

  • Poeta en Nueva York, el poeta se ahoga en aquel mundo que convierte al hombre en una pieza de un gran engranaje. Con procedimientos claramente surrealistas, Lorca alza el grito en pleno Crack del 29 y su protesta contra aquella colmena inhumana; los negros, en especial, merecen su piedad.
  • Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, planto compuesto a la muerte de un torero amigo suyo.
  • Sonetos de amor oscuro, publicados póstumos, son la expresión de un erotismo homosexual dramático.

Romancero Gitano

Esta compuesto por dieciocho romances con temas como la noche, la muerte, el cielo, la luna. Todos los poemas tienen algo en común, tratan de la cultura gitana. El autor hace muchas descripciones al mundo de los gitanos.

* Romance de la luna, luna

El poema nos cuenta una sencilla y conmovedora historia: la muerte de un niño gitano en una noche de luna llena. Ahora bien, en García Lorca es casi una constante la fusión entre realidad y mito, de modo que se puede decir que la realidad se va convirtiendo en el mito de una forma original y atractiva. De esta manera, la anécdota se diluye en un mundo confuso de sensaciones que enlazan con lo primigenio y eterno: el ancestral temor ante la muerte.





* Preciosa y el aire

Se trata del segundo poema de Romancero gitano titulado Preciosa y el aire, aparece dedicado a Dámaso Alonso, un miembro de la generación del 27, y presidente de la Real Academia Española en aquella época.

Este romance fue publicado por primera vez en la revista de poesía Litoral, en Málaga en el 1926. Según el propio Lorca, este poema trata de un “mito de playa tartesa”.

El tema de este romance es como preciosa está tocando y aparece el viento metamorfoseado en un sátiro, echándose a correr tras la gitanilla para poseerla, y como esta logra escaparse.



* Reyerta

Este el 3er poema del romancero gitano. Fue dedicado a Rafael Méndez.Su tema principal es la muerte trágica de Juan Antonio Montilla, lo mataron con un arma blanca.



* Romance Sonámbulo

Romance sonámbulo fue escrito en 1924. Parece ser que cuenta la muerte de un gitano y de la gitana que lo esperó en vano. Una tercera figura, el padre de la muchacha, es el interlocutor del gitano herido, y ha perdido ya su identidad y su circunstancia: "Pero yo ya no soy yo,/ ni mi casa es ya mi casa". ¿Ha muerto? La senda "hacia las altas barandas" la toman ambos "dejando un rastro de sangre./ Dejando un rastro de lágrimas".



* La Monja Gitana

Es interesante que el titulo es monja gitana porque los gitanos son muy libres y no tienen trabajos fijos o muchas responsabilidades. Las monjas, por el otro lado, tienen muchas obligaciones y en una manera, son la antítesis de gitanos. Es una contradicción, monja gitana, y creo que lo que García Lorca querría expresar con este poema eran los deseos de libertad de las monjas, la libertad que representa en los gitanos.

Ejemplos de los poemas

El Poeta Pide a Su Amor Que Le Escriba (Amor)

Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.

El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.

Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.

Llena pues de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.

LLUVIA (Angustia)

La lluvia tiene un vago secreto de ternura,
algo de soñolencia resignada y amable,
una música humilde se despierta con ella
que hace vibrar el alma dormida del paisaje.

Es un besar azul que recibe la Tierra,
el mito primitivo que vuelve a realizarse.
El contacto ya frío de cielo y tierra viejos
con una mansedumbre de atardecer constante.

Es la aurora del fruto. La que nos trae las flores
y nos unge de espíritu santo de los mares.
La que derrama vida sobre las sementeras
y en el alma tristeza de lo que no se sabe.

La nostalgia terrible de una vida perdida,
el fatal sentimiento de haber nacido tarde,
o la ilusión inquieta de un mañana imposible
con la inquietud cercana del color de la carne.

El amor se despierta en el gris de su ritmo,
nuestro cielo interior tiene un triunfo de sangre,
pero nuestro optimismo se convierte en tristeza
al contemplar las gotas muertas en los cristales.

Y son las gotas: ojos de infinito que miran
al infinito blanco que les sirvió de madre.

Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio
y le dejan divinas heridas de diamante.
Son poetas del agua que han visto y que meditan
lo que la muchedumbre de los ríos no sabe.

¡Oh lluvia silenciosa, sin tormentas ni vientos,
lluvia mansa y serena de esquila y luz suave,
lluvia buena y pacifica que eres la verdadera,
la que llorosa y triste sobre las cosas caes!

¡Oh lluvia franciscana que llevas a tus gotas
almas de fuentes claras y humildes manantiales!
Cuando sobre los campos desciendes lentamente
las rosas de mi pecho con tus sonidos abres.

El canto primitivo que dices al silencio
y la historia sonora que cuentas al ramaje
los comenta llorando mi corazón desierto
en un negro y profundo pentagrama sin clave.

Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena,
tristeza resignada de cosa irrealizable,
tengo en el horizonte un lucero encendido
y el corazón me impide que corra a contemplarte.

¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman
y eres sobre el piano dulzura emocionante;
das al alma las mismas nieblas y resonancias
que pones en el alma dormida del paisaje!

Romance de la pena negra (Dolor)

Romance de la pena negra Las piquetas de los gallos
cavan buscando la aurora,
cuando por el monte oscuro
baja Soledad Montoya.
Cobre amarillo, su carne
huele a caballo y a sombra.
Yunques ahumados sus pechos,
gimen canciones redondas.

Soledad, ¿Por quién preguntas
sin compaña y a estas horas?
Pregunte por quien pregunte,
dime: ¿a ti qué se te importa?
Vengo a buscar lo que busco,
mi alegría y mi persona.

Soledad de mis pesares,
caballo que se desboca,
al fin encuentra la mar
y se lo tragan las olas.
No me recuerdes el mar,
que la pena negra, brota
en las tierras de aceituna
bajo el rumor de las hojas.
¡Soledad, qué pena tienes!
¡Qué pena tan lastimosa!

Lloras zumo de limón
agrio de espera y de boca.
¡Qué pena tan grande! Corro
mi casa como una loca,
mis dos trenzas por el suelo,
de la cocina a la alcoba.
¡Qué pena! Me estoy poniendo
de azabache, carne y ropa.
¡Ay, mis camisas de hilo!
¡Ay, mis muslos de amapola!
Soledad: lava tu cuerpo
con agua de alondras,
y deja tu corazón
en paz, Soledad Montoya.

Por abajo canta el río:
volante de cielo y hojas.
Con flores de calabaza,
la nueva luz se corona.
¡Oh pena de los gitanos!
Pena limpia y siempre sola.
¡Oh pena de cauce oculto
y madrugada remota!

Danza de la muerte
(Muerte)

El mascarón. ¡Mirad el mascarón!
¡Cómo viene del África a New York!

Se fueron los árboles de la pimienta,
los pequeños botones de fósforo.
Se fueron los camellos de carne desgarrada
y los valles de luz que el cisne levantaba con el pico.

Era el momento de las cosas secas,
de la espiga en el ojo y el gato laminado,
del óxido de hierro de los grandes puentes
y el definitivo silencio del corcho.

Era la gran reunión de los animales muertos,
traspasados por las espadas de la luz;
la alegría eterna del hipopótamo con las pezuñas de ceniza
y de la gacela con una siempreviva en la garganta.

En la marchita soledad sin honda
el abollado mascarón danzaba.
Medio lado del mundo era de arena,
mercurio y sol dormido el otro medio.

El mascarón. ¡Mirad el mascarón!
!Arena, caimán y miedo sobre Nueva York!

Desfiladeros de cal aprisionaban un cielo vacío
donde sonaban las voces de los que mueren bajo el guano.
Un cielo mondado y puro, idéntico a sí mismo,
con el bozo y lirio agudo de sus montañas invisibles,

acabó con los más leves tallitos del canto
y se fue al diluvio empaquetado de la savia,
a través del descanso de los últimos desfiles,
levantando con el rabo pedazos de espejos.

Cuando el chino lloraba en el tejado
sin encontrar el desnudo de su mujer
y el director del banco observando el manómetro
que mide el cruel silencio de la moneda,
el mascarón llegaba al Wall Street.

No es extraño para la danza
este columbario que pone los ojos amarillos.
De la esfinge a la caja de caudales hay un hilo tenso
que atraviesa el corazón de todos los niños pobres.
El ímpetu primitivo baila con el ímpetu mecánico,
ignorantes en su frenesí de la luz original.
Porque si la rueda olvida su fórmula,
ya puede cantar desnuda con las manadas de caballos:
y si una llama quema los helados proyectos,
el cielo tendrá que huir ante el tumulto de las ventanas.

No es extraño este sitio para la danza, yo lo digo.
El mascarón bailará entre columnas de sangre y de números,
entre huracanes de oro y gemidos de obreros parados
que aullarán, noche oscura, por tu tiempo sin luces,
¡oh salvaje Norteamérica! ¡oh impúdica! ¡oh salvaje,
tendida en la frontera de la nieve!

El mascarón. ¡Mirad el mascarón!
¡Qué ola de fango y luciérnaga sobre Nueva York!

Yo estaba en la terraza luchando con la luna.
Enjambres de ventanas acribillaban un muslo de la noche.
En mis ojos bebían las dulces vacas de los cielos.
Y las brisas de largos remos
golpeaban los cenicientos cristales de Broadway.

La gota de sangre buscaba la luz de la yema del astro
para fingir una muerta semilla de manzana.
El aire de la llanura, empujado por los pastores,
temblaba con un miedo de molusco sin concha.

Pero no son los muertos los que bailan, estoy seguro.
Los muertos están embebidos, devorando sus propias manos.
Son los otros los que bailan con el mascarón y su vihuela;
son los otros, los borrachos de plata, los hombres fríos,
los que crecen en el cruce de los muslos y llamas duras,
los que buscan la lombriz en el paisaje de las escaleras,
los que beben en el banco lágrimas de niña muerta
o los que comen por las esquinas diminutas pirámides del alba.

¡Que no baile el Papa!
¡No, que no baile el Papa!
Ni el Rey,
ni el millonario de dientes azules,
ni las bailarinas secas de las catedrales,
ni constructores, ni esmeraldas, ni locos, ni sodomitas.
Sólo este mascarón,
este mascarón de vieja escarlatina,
¡sólo este mascarón!

Que ya las cobras silbarán por los últimos pisos,
que ya las ortigas estremecerán patios y terrazas,
que ya la Bolsa será una pirámide de musgo,
que ya vendrán lianas después de los fusiles
y muy pronto, muy pronto, muy pronto.
¡Ay, Wall Street!

El mascarón. ¡Mirad el mascarón!
¡Cómo escupe veneno de bosque
por la angustia imperfecta de Nueva York!